martes, 23 de noviembre de 2010

Un Pequeño Corte Con Grandes Cambios

Tomar decisiones de cambios nunca es fácil y cuando se llega a tomar una decisión que cambia la forma en que luces se hace más difícil tomar esa decisión. 


Muchas comienzan a aventurarse con una desición que consideran no es cortarse el cabello sino que le piden a su estilista que le corte el flequillo (pollina) y con esto se aventuran, a veces sin saberlo, a un cambio radical ya que les cambia el contorno del rostro.  Inmediatamente se produce entre tus amig@s un derroche de piropos y halagos.



De inmediato las personas captan que estás distinta y hasta los más despitados notan algo distinto en tí. “¡Te cortaste el pelo!”, te dicen. Y aunque el flequillo es también pelo, muchas no lo consideran como tal. Y aunque querrámos restar importancia al cambio, diciendo: “no, me corté la pollina”, es alqo que no se puede evitar, ya que ese leve corte nos lleva aunque sea por un breve tiempo en la mirilla de quienes nos observan y se dan cuentan, aún aquellos que no se atreven a decirnos nada, porque hasta el que menos importancia nos presta también se ha dado cuenta del cambio.  Así que no dudes en recortarte el flequillo de vez en cuando: para estar más bella y también para elevar nuestra autoestima.

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